Cuando nuestros hijos son pequeños, lo más complicado es hacerles entender el tiempo. Para ellos es un concepto muy elástico y depende del estado de ánimo: según si se divierten, se distraen o están motivados el tiempo es poco o poquísimo… o por el contrario es mucho o muchísimo.
En la educación primaria es sobre los 8 años cuando empiezan a aprender las equivalencias temporales. Ahí es cuando entienden el valor de la unidad de tiempo. Hasta ese momento, el tiempo se mide en ahora, antes y después.
Un recurso muy bueno son los RELOJES VISUALES. Más que darnos las horas (los hay que las dan), nos muestran el paso del tiempo. Incluso «descuentan» el tiempo para que el niño aprenda a gestionar ese tiempo que se le da para realizar una tarea.
Si quieres ver cómo funcionan unos relojes visuales desarrollados y comercializados con todo detalle, visita este enlace pinchando en la foto:
Esta idea de medir así el tiempo, además de para «entrenar» a tus hijos pequeños en la autogestión del tiempo, sirve para trabajar el tiempo con niños que presentan transtornos del espectro autista (TEA) o incluso discapacidad intelectual.
Sencillamente es un cronómetro visual donde a los niños no se les da la posibilidad de concentrarse en el movimiento de las manecillas (los niños que presentan TEA pueden llegar a obsesionarse con esos movimientos repetitivos y olvidar la tarea que deben realizar) o simplemente se concentran en cumplir la tarea encomendada dentro del tiempo acotado (para ellos, el presente).
Me ha parecido una herramienta muy útil para realizar los deberes en casa. A todos los papás nos pasa en mayor o menor medida, que sentarnos a hacer los deberes suele acabar en desastre.
No le transmitas a tu hijo: «Vamos a estar toda la mañana haciendo deberes», «Ahora tocan dos horas de deberes»… Simplemente ve presentándole las actividades a realizar y márcale el tiempo en el que debe hacerlas con un reloj visual. Cuando venga a darse cuenta, estarán hechas y habrá pasado ese tiempo completo.
Pensé en cómo hacer un reloj visual casero, barato y que funcionara… y esta es mi solución:
Compré este reloj de mesa con esfera clara en un bazar, a un precio realmente barato (no llegaba a 3€). El cristal de la esfera es totalmente plano (bueno, es todo de plástico) y eso facilita el siguiente paso.
Utilicé un viejo separador de acetato que tenía algunos agujeros rotos. En este caso, hay que asegurarse que el color sea transparente y de una tonalidad que deje ver la aguja del minutero, que es la que nos interesa.
Presenta el acetato sobre la esfera del reloj y sujétalo firmemente mientras dibujas la circunferencia. Recorta por la línea que has dibujado y comprueba que se ajusta a tu reloj. Recorta tantos círculos como franjas horarias quieras hacer.
Ahora te enseño cómo hice el círculo de 45 minutos. Presentando el acetato sobre la esfera y sujetándolo firmemente, señalé el cuarto de hora que «sobraba». Es importante marcar también el punto central que corresponde al tornillo de las manillas. Cuando recortes, acuérdate de no llegar hasta el centro y rodea ese punto.
Estas son las franjas que yo he hecho, listas para utilizar en actividades que requieran diferentes tiempos.
Haz unas pequeñas bolitas de Blue Tack o similar y pégalas en el punto central de cada segmento.
Ahora puedes disponer el segmento que te interese sobre la esfera del reloj para señalar la franja de tiempo en el que debe realizarse la tarea.
Es importante que tu hijo vaya «entrenándose» a gestionar responsablemente su tiempo. Puede que al principio necesite tu presencia y la del reloj, pero la idea es que poco a poco vaya quedándose sólo. Puedes explicarle la tarea, darle el tiempo colocando el segmento en el reloj y decirle: este es el tiempo que tienes para hacerla, ahora vuelvo.
Comienza por segmentos de tiempo pequeños y ves alargando el tiempo y la dificultad de la tarea de forma paulatina. Dependerá de la edad del niño, recuerda que cuanto más pequeños, menos capacidad de concentración tienen.